12 may 2017

Versos para Ana

Sentada en un taburete, espera a que empiece un recital de poesía; uno de esos que incluyen músicos​ y poeta.

Hoy va sola.
Pero para acompañar al vaso que sobre la mesa busca compañía, decide buscar algún poema de Inma.

Seguramente Google, que sabe más de ella de lo que ella cree, le devuelve, no todo lo que encuentra, sino todo lo que cree que ella busca, incluso sin que ella aún lo sepa.

Y por ese azar, que no cabe sino en un sinfín de ceros y unos, acaba atrapada por un título, que no es de Inma sino de Aurelio, otro poeta hasta entonces desconocido, que la atrapa con su obra "Versos para Ana sin número"...
Cómo no dejarse atrapar por semejante título.

Y piensa que debería apuntarlo para no olvidar buscarlo, mientras Aníbal empieza el recital, presentando a esa Inma de la que Google decidió no adelantarle nada.

Empieza tímida y despistada, para ir ganando, poco a poco, confianza a golpe de verso y guitarra.
Poesía, abrazo y despedida.
Hasta la próxima, Aníbal...

El tiempo justo para cenar, camino de su siguiente parada, la lleva hasta el final de la noche.
Judy Jackson.
Un dominio perfecto de la voz.
Del cuerpo.
Del escenario.
Comparte mesa con tres desconocidos, que dos minutos después dejan de serlo, y disfrutan a la par de compañía y concierto.

Deshace el camino, de vuelta a casa, con ese sonreír de los momentos que dejan sabor a poco.

Sólo camina.
Hasta el momento justo en el que algo en el suelo la hace salir de la inercia del camino: "Ana" visto del revés.
Pero da lo mismo.
Reconocería su propio nombre del derecho, del revés, o como fuera que lo viese escrito.

Caminó dos pasos más, para dejar de verlo al revés y leer el resto.
Y allí estaba.
Escrito en el suelo.
En el mismo sitio por donde, apenas unas horas antes, había pasado al derecho:

               "Versos para Ana"

Y supo entonces que al día siguiente buscaría un libro que sin duda el destino había decidido que era para ella...