Y la luz se pierde.
En miradas desenfocadas.
En el abismo que ellos mismos han construido con frases incomprendidas o inacabadas;
con gestos de emociones prestadas, que no se atreven a atravesar el frío;
con espacios llenos de vacíos, que carecen de sentido.
Hay un abismo que los separa y sólo un paso que los une.
Ese que ninguno de los dos ve.
Ese que está al alcance de una simple caricia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario