11 dic 2015

Tan solo...


No imaginó nunca lo difícil que le resultaría elegir el color
con el que pintar la pared de aquella pequeña buhardilla.

¿Qué hacer con esas largas noches de tertulias compartidas,
debatiendo con amigos entre blancos y negros,
si la pintase en tonos de gris?

¿Qué hacer con las tardes de sofá
en las que la manta no abriga aunque te tape los pies,
si la pintase de verde esperanza?

¿Qué hacer con las noches de remiendos en las que, ni la más perfecta puntada,
consigue hacerte olvidar su olvido,
si la pintase de rojo pasión?

¿Qué hacer….?
Y se asomó a la ventana para colocar el cartel que le dio la solución:
        SE VENDE BUHARDILLA COMPLETAMENTE REFORMADA.
              A FALTA, TAN SOLO, DE PINTAR LA PARED.”

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