1 jun 2017

El mundo de las lentillas de color

El color de los ojos no era lo único que podía cambiar los días en los que se levantaba con ganas de cambiar el mundo.
Esos días, todo le parecía tan sencillo como colocarse las lentillas, aunque no siempre fue así.

Convencer a sus ojos de adoptar a semejantes intrusas, resultó ser un camino más complicado de lo que creyó el día que compró el primer par. Sus ojos resultaron tener reflejos poco receptivos a la adopción.

Pero con algo de mucha paciencia, consiguió por fin, aprender a ponerse las lentillas, con la misma facilidad con la que cambiaba el mundo.

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